e.R.

las mañanas en las que no consigo deshacerme de las sábanas (en ninguno de los sentidos), cuando incluso el futuro más lejano acecha desde tan cerca, simplemente pesa y asifixia y, a pesar de que aquí y ahora es el momento, de que mañana ha de ser el resultado de retarle el pasado al presente...sería capaz de cagarme en todas mis teorías de humanidad, en todas mis soluciones para sonreír a ratos sin que nada importe realmente, salvo existir.
y no es mentira, porque miento mucho, sí. Pero jamás cuando escribo.
sé que da igual, probablemente ni siquiera leáis esto, ni pueda surgir en vosotros ninguna complicidad, quizá una coincidencia, tal vez un leve recuerdo os muerda las tripas y penséis que, alguna vez, sentisteis algo parecido: un irremediable deseo de mandarlo todo a la mierda y, simplemente, apagaros poco a poco, hasta que no quede oxigeno que os permita avivar un fuego instintivo de pasión, a pesar de que siempre contemos con que "todo arde si le aplicas la chispa adecuada".
nosé, supongo que hasta que no encuentre la mejor forma de construir un adiós conviencente, seguiré estando por aquí, buscando historias nuevas que contar, aunque solo sea por leerme de vez en cuando y recordar que, es precisamente por eso, por lo que soy incapaz de despedirme definitivamente.

hasta entonces, hasta pronto.

otra primera noche más

es ridículo. ni si quiera sería capaz de decirte nada con sentido, aunque no sé si en realidad es de eso de lo que huímos; en su día.

tenía el lobo otro lobo con el que entenderse, y no estoy segura de ser yo la que se ha vuelto humana

pero verás, tardas mucho en darte cuenta de que el mundo vuelve a girar tan deprisa y no puedes hacer nada contra la velocidad del universo, y lo sabes, y no lo soportas. Pero es así, resulta absurdo estar convencidos de la potencia de nuestros deseos. sobre todo cuando ni siquiera aciertas.

y menos ahora,

en otra primera noche más intentando decidir quién soy.